lunes, 28 de octubre de 2013

RELATORÍA "CULTURA POPULAR Y DE MASAS" Y "CULTURA Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN" JOSEP PICÓ

La cultura popular en la época preindustrial no tenía una definición o consenso unánime, esta solo era definida apartir de la existencia de un acultura oficial, y cuyos rasgos no estuvieran en este grupo pertenecían a las culturas subordinadas. La cultura popular, entonces, en cierta parte es caracterizada a través de su opuesto, por lo que existe una serie de intercambios, homogeneidades, contraposiciones y tensiones.

 

La cultura alta, estaba unida bajo la tradición clásica, esta se transmitía a través del aprendizaje de la filosofía, la teología, la poesía, etc. Mientras que la cultura popular solo lo hacía por medio de una tradición oral, de modo que era mas universal, pues muy pocos tenían acceso a la educación y su único medio de expresión eran los cantos y los cuentos.

 

Existian exclusiones, que manifestaban claramente una diferencia, las clases altas participaban de las fiestas de clases populares mientras estas últimas no podían hacerse partícipes de los niveles educativos de las primeras, para hacer un balance entre estas carreras, se utiliza el carnaval el cual representa la idea de renovación universal, y se presenta como huida temporal de la vida cotidiana y sus normas, de modo que presenta un paréntesis de la vida cotidiana, de modo que las clases dominantes veían en el carnaval el medio para que las clases populares compensarán sus frustraciones, Esta era una forma de que las personas se sintieran iguales entre sus semejantes en una relación utópica.

 

El descyburmiento de la cultura popular se distingue cuando esta pasa de ser simplemente una exclusión de la clase dominante a ser un todo cultural que a través de de los proverbios, canciones, narraciones orales, constituyéndose en el espíritu del pueblo


Para entender la cultura popular se relaciona con la razón estética contra el clasicismo, en periodo renacentista y el auge del romanticismo se comenzaron a exaltar las costumbres del pueblo, considerándolo, al pueblo, como natural, simple y no analfabeto, del mismo modo estas costumbres ayudaron a la construcción de una identidad. En el auge de los movimientos nacionalistas, la identidad era parte fundamental para defenderse, pues los cantos y demás expresiones creaban unidad por lo tanto fuerza, frente a otras formas de mundo.


La cultura popular en aquel entonces era la cultura local, la cual supone se ampara bajo el ser desprovisto de su sentido de individualidad, pues la vida en comunidad lo alejaba, es decir este se perdia dentro de la misma y no consideraba un mundo de soledad donde no encontrara respaldo.


Las comunidades a partir de este modelo se constituían en círculos completamente cerrados, con estereotipos hostiles, que se resistían a la entrada de otras personas o a la entrada de nuevas costumbres. La cultura era determina por la región, la cual es el reflejo de una unidad, entre otras cosas porque las condiciones provocan ciertos comportamientos, por ejemplo los ambientes físicos condicionan las formas de comunicación a través de la fácil o difícil movilidad, del mismo modo las formas de vestir o de establecerse en un lugar.

 

Pero la cultura popular es impuesta y no producida, pues su difusión se hace a través de coplas, recetas, vida de santos, imponiendo una visión de mundo y con la revolución industrial cambió la forma de difusión de la cultura, de modo que se aceleraron algunos aspectos a través de la producción o construcción de vías, que permitían adentrarse en un mundo más global 
De modo que la cultura de masas nace a partir de la fácil y acelerada difusión, por ejemplo a partir de la producción editorial, pero esta no es tan masificada como los medios audiovisuales por lo tanto no tienen el mismo efecto, ya que la primera posee un grupo selecto con ciertas condiciones, mientras que estos últimos son asequibles hasta para un analfabeta, por lo tanto son más generalizados y su formas de imponer algo será más sencilla.

 

gracias a los medios masivos de comunicación que imponen normas sociales  que no necesariamente están reglamentadas de forma jurídica, pero dentro de la sociedad están mal vistas, de modo que las personas se acoplan a los dictámenes de una sociedad sin tener en cuenta sus convicciones personales, sus afinidades o su responsabilidad de consumo.

lunes, 7 de octubre de 2013

RELATORÍA "CULTURA Y MODERNIDAD CAPÍTULO 9" EN CULTURA Y MODERNIDAD DE JOSEP PICÓ.

La modernidad es una experiencia vital espacio -tiempo,  en donde se nos propone un mundo plagado de oportunidades, aventuras, poder, incertidumbre y al mismo tiempo una ola devastadora. El proyecto de la modernidad sienta sus bases sobre el desarrollo de una ciencia objetiva, desapegandose fundamentalmente de las formas tradicional que otorgan el poder bajo los estructuramientos del mito, la religión y la tradición.

Este proyecto en busca de dominar todas la prácticas en la naturaleza, también abarca la necesidad de que los hombres más fuertes primen, ya que es inevitable no proponer una idea o una forma de hacer sin que esta vaya en contra de otras concepciones, de este modo el autor nos rememora el mito de Fausto concluyendo que aunque el espacio que se reforma con nuevas ideas aparentemente prosperas, recreara la devastación de sí misma, puesto que destruirá todo aquello que no logre adaptarse al plan maestro o a las normas establecidas para su permanecía, es decir que todo aquello diferente deberá reformase para poder encajar y no sufrir la expulsion de la nueva ley.

La modernidad es así el desarrollo de una filosofía de progreso unilineal, y por lo tanto solo habrá una única representación del mundo, aunque se muestre de diferentes maneras la conclusión será la misma; con el cambio de siglos esta noción ha sido ejemplificada por multiplicidad de formas, y es el arte donde mejor se observa este fenómeno, promoviendo pluralidad de lecturas sociales.Esta multiplicidad de formas se debe a que la región perceptiva es variable, cada ser humano posee experiencias totalmente diferentes a la del otro, de allí la subjetividad, donde se promueve la desublimacion de jerarquías y desligitimacion de discursos totalizadores, de modo que no hay una sola modernidad sino una pluralidad de modernismos.

En el nuevo mundo tecnológico, que avanza rápidamente programando nuevas formas el tiempo y espacio, El poder de los nuevos medios radica en la mezcla de lo real y lo imaginario, su ubicuidad ha logrado eliminar la estructura centro- periferia, desapareciendo las distancias física y temporales, generando como tal inseguridad que se refleja en el ámbito económico donde nos define más nuestra relación con el consumo que con la producción,  vivimos en un capitalismo tardío caracterizado por modelos de consumo efímeros que actúan principalmente en el área del gusto, de donde se planifica una dominación mediante la mimesis.

La dominación del gusto radicara n la importancia y el poder de la publicidad y los medios de comunicación, debido a que estos fundamentan gran parte de nuestro sentido de la realidad y de la forma en que actuamos dentro de la misma, condicionando modelos y estilos de vida, en cuanto a sus valores e ideologías. Así bien la modernización logro su cometido de liberar nuestras construcciones Morales de la tradición, a través del bienestar material tanto individual como general.

La cultura ahora radica en la imagen, esta se fascina por encontrar la identidad en estilos de vida y búsqueda incansable de nuevas experiencias , por lo tanto la expansión del capitalismo ha llegado hasta los rincones más sencillos de la sociedad, imponiendo un modelo sobre las bases del deseo y dejando de un lado en lo consumo en cuanto tiene que ver con la necesidad, de esa manera tema del placer se traduce en imágenes que actúan como un lenguaje universal y se detienen en aspectos particulares del ámbito donde operan.

El consumo desaforado nos ha orientado a el trabajar para consumir, y no para vivir,  es decir que el consumo inventiva nuestra necesidad por obtener dinero, y de la misma manera lo justifica, en conclusión a pesar de que la acción vaya a paso agigantados, la reflexión y el crecimiento espiritual humano va lento, es nulo o se destruye,  de modo que el sujeto no podrá alcanzar autonomía ni control